sábado, 24 de marzo de 2012

Mi elección de hospital

Como mi vida como mamá comienza con el nacimiento de mi hijo voy a contar como fue mi parto. Primero contaré como fue la elección del hospital donde fuimos a dar a luz. En otro post contaré que tal fue el parto. Y en el siguiente reflexiones sobre mi parto. Espero no aburriros pues serán relatos largos.


Antes de quedarme embarazada ya empecé a buscar información sobre el parto respetado. Y a descubrir que no quería el protocolo típico de oxitocina, epidural, tumbada boca arriba, episiotomía,... Ya que un gran número de esas intervenciones terminan en fórceps, ventosa, maniobras prohibidas, sufrimiento fatal, cesárea,... Se infantiliza a la mujer sin dejarla ser quien dirija SU parto, no se cuenta con ella. Suele ir acompañado de una separación mamá-bebé innecesaria y perjudicial,... Podría seguir enumerando motivos, pero creo que he puesto las más representativos.

Cuando ya estuve embarazada me informé de las opciones que tenía a mí alrededor. La vida quiso que en ese momento estuviese viviendo en Torrevieja y que el hospital público de allí tuviese un protocolo de parto respetado que se ajustaba bastante a mis expectativas. Hice el seguimiento del embarazo con la matrona de allí y con nuestras conversaciones comprobé que todo iba en la buena dirección. En el tercer trimestre hicimos la visita guiada del hospital y quedamos contentos. Reafirmamos la idea de ir a dar a luz a nuestro hijo allí.

¿Que nos convenció del hospital? Su protocolo de parto respetado por defecto. Las matronas han conseguido lo que aún es ciencia ficción o cuestión de suerte en otros hospitales. Se procura que el parto sea lo menos intervenido posible. Tienen salas de dilatación relajadas, pelotas de dilatación, bañera para dilatar, puedes beber durante la dilatación, puedes llevarte de casa lo que necesitas, te dejan a tu ritmo junto con tu pareja. En el parto sólo te atiende la matrona y la auxiliar, el ginecólogo sólo va si es estrictamente necesario. No hay separación con el bebé, y te animan a que te lo pongas al pecho nada más nacer. Las dos horas que pasas en observación después del parto son en la sala de dilatación los tres juntos. Si fuese cesárea el papa hace piel con piel mientras terminan de coserte y sales del quirófano, después la observación es igual que antes los tres juntos. La epidural que ofrecen es la walking, que aunque calma el dolor sigues votando las contracciones y va genial para el expulsivo, pues notas cuando tienes que empujar y no te hacen puros dirigidos.

Como todo también tiene cosas que no terminaban de gustarme, pero que las acepte o decidí que ya las lucharía allí. No existe el sitio perfecto, quizás un parto en casa sería lo que más se aproximaría, pero no nos sentíamos que quisiéramos vivir esa experiencia en el piso que estábamos, ni teníamos profesional que nos encaja para ello, y decidimos que no era el momento. Quizás en un futuro.

Las cosas negativas serían que al entrar por urgencias te colocaban la vía por si fuese necesaria más adelante (sólo vía, ni suero ni nada conectado). Los monitores son a solas sin la pareja, al estar varias chicas en la misma habitación dicen que es para mantener la intimidad, pero a veces estas sola y ni en esas. Los ginecólogos, después de monitores, pretenden hacer tantos por rutina, aunque sí te niegas lo aceptan. Después de dar a luz, ya en planta pretenden llevarse al bebé en varios momentos (para revisarse al hacer el ingreso en planta, por las mañanas para bañarle y para revisar el pediatra). Nosotros nos dejamos y mi marido pudo estar en todas las revisiones y el primer baño se lo dimos en casa.

Mi matrona me animo que para potenciar lo bueno y luchar contra Li que no nos gustaba presentase un plan de parto. En una consulta con ella se lo lleve. Lo revisó y le gusto mucho, así que lo sello, firmó y grupo a mi libro de seguimiento del embarazo. Otro día lo colgare.

2 comentarios:

  1. Me alegro que tuvieses opción de dar a luz en un hospital así y que estuvieras tan bien informada. Yo cometí errores por desinformación, y cambiaría algunas de mis decisiones... Un besito

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  2. Creo que por mucho que nos informemos al final siempre cambiaríamos cosas. Y ojala mejoren todos los hospitales y no haya que hacer una labor de investigación. Un beso.

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