jueves, 29 de marzo de 2012

La añorada ducha

Durante toda tu vida, antes de ser mamá, te has duchado sin más. Porque tocaba, por rutina al levantarte, antes de acostarte, después del gimnasio,... Pero normalmente como un acto mecánico al que estas acostumbrada y no valoras en su justa medida.

Cuando te quedas embarazada piensas en todas las cosas que van a cambiar, pero normalmente entre ellas no incluyes la ducha (sobre todo si eres primeriza). Sigues tu rutina, si tienes la suerte de tener plato de ducha genial. Pero si te pasa como a mi que sólo tenía bañera y encima tienes sínfisis púbica como yo, entrar y salir de la bañera es un suplicio y lo dejas para otro momento. Ilusa de ti piensas "que a gusto me ducharé cuando haya dado a luz, volveré a disfrutar de la ducha". Lo que aún no sabes es que nada volverá a ser igual, y mucho menos la ducha.

En el hospital recuerdo que el segundo día después de dar a luz fue la primera vez que me duché ya siendo mamá. Mi marido y mi hijo se estaban dando una siesta juntos en la cama y yo decidí escaparme al baño. Como disfruté de ese rato de calma bajo el agua pensando en todo lo que había pasado esa semana. Si llegó a saber lo que sé ahora habría estado media hora más bajo el agua.

Cuando llegas a casa te das cuenta de golpe que ya no hay nadie que te preparé la comida, te limpie la habitación, te cambie las sábanas,... Y te preguntas como vais a hacer todo eso y además atender al bebé. Ahí ya empiezas a darte cuenta de que la cosa será más complicada de lo que tu pensabas.

Al principio no hay forma de soltar a ese bebé recién nacido sin que lloré. Si tienes la suerte de tener uno de los que les tocó la actualización de comer, dormir, reír un ratito y vuelta a empezar. Encima durmiendo placidamente en su moisés. ¡Disfrutalo! Pero si tienes como yo los de la versión antigua que nada más soltarlo lloran porque no son tus brazos (aunque sea el papi) o te hayan regalado un moisés al que sólo le salen los pinchos cuando intentas dejar a tu bebe. Entonces la cosa cambia. Pasas a ducharé cuando es estrictamente necesario para no tener que estar oyendo a lo lejos sus lloros.

Cuando crece y ya lo puedes sentar en la hamaca ir al baño parece una excursión. Pero oye, si eres capaz de meter la hamaca en el baño con el niño el brazos y llevar la ropa limpia para cambiarte. Tienes la mitad del camino listo. Una vez en la ducha, miras cada 5 segundos al peque para ver que todo sigue bien, que sigue ahí sentado, que no se ha ido a ninguna parte, le hablas y le cantas,... A la vez que te duchas en dos minutos. Esas duchas de placentero no tienen nada. Al memos cumplen su cometido.

Después cuando ya es peligroso dejarle en la hamaca te preguntas como hacerlo. Mi solución sólo me puedo duchar cuando está el papi en casa. Él se queda al peque y yo me cojo ese rato para mi. Y disfruto , vaya si disfruto notando el agua caer sobre mi. He descubierto Lo agradable que siempre fue y nunca valoré. El 80% de las veces el peque se queda bien, el resto llora a pleno pulmón, pero siempre con papi.

Y hoy ha sucedido el milagro. Por primera vez me he duchado sin estar el papi en casa, sin tenerle en el baño y sin oírlo llorar. A las 7:30 después de calmarle en un despertar y que siguese durmiendo me he arriesgado. Me he levantado de la cama, dejándole en la cuna con un cojin por barrera y me he ido al baño. No se ha despertado y he decidido seguir arriesgándome y meterme en la ducha. He vuelto a la cama y ahí sigue frito. Me he quitado horas de sueño, pero ha merecido la pena. A saber cuando se vuelven a alienar los planetas. Sé que en unos años lo echaré de menos, pero ahora no jajaja ¿Y vosotras como hacéis para ducharos? ¿Cuáles son vuestros trucos?

3 comentarios:

  1. Jajajaj me he sentido muy identifacada jajajaj... ahora el momento ducha es para mí, mi momento... Ayyy como la disfruto cuando hay alguien en casa jajajja

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  2. Que razon tienes! yo me duchaba llevandole en la hamaca, como tu, o cuando habia alguien. Ahora es mas mayor y se queda viendo dibujos, pero lo haces deprisa por si acaso en esos cinco minutos te la monta.
    ah! lo mas placentero de cuando era bebe era bañarnos juntos. Siempre que hubiese alguien, porque sino para sacarle lo pasas mal, sobre todo si no anda aun.

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  3. Creo que casi todas hemos pasado por este momento... yo después de la hamaca tuve que empezar a sentarla en la silla de paseo con juguetes y meterla al baño. Aún hoy en día con casi 26 meses si me ducho sola con ella en casa aunque aproveche que está entretenida con algo viene mil veces al baño a verme.
    Lo de ducharme con al puerta abierta ya es lo normal.
    Saludos

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